Dos chicas suecas han revolucionado el concepto clásico de casco para andar en bicicleta, desarrollando para ello un diseño tan sencillo como útil y bello.
Se trata de un sistema parecido al "air-bag" de los coches, que se activa cuando ocurre un accidente.
En este caso es un simple collar que se despliega con sensores en el momento en que ocurra una caída.