La Permacultura defiende una ecología cultivada capaz de generar más alimentos para la gente y animales que la propia naturaleza a su ritmo sin la intervención del hombre.
Se persigue producir vida abundante, todo ello desde la perspectiva de la educación popular, metodologías participativas, el sentido comunitario y el amor a la vida.
El australiano Bill Mollison es la figura clave de la creación del diseño permacultural.
Para Masanobu Fukuoka la espiritualidad y el cultivo de alimentos, son inseparables.
Entender el papel del deseo insaciable en el drama personal y del mundo es fundamental, por eso Fukuoka nos recuerda que "Cuando se entiende que uno pierde la alegría y la felicidad en el esfuerzo por poseerlas, la esencia del cultivo natural será realizado".
Para mejorar la producción y convertir desiertos en bosques, creó el nendo dango, un método de sembrado que no requiere arado y que consiste en mezclar las semillas que deseamos plantar dentro de unas bolitas de barro que posteriormente se esparcen por el campo y que brotan cuando sobre ellas cae la primera lluvia intensa, liberándolas de su cascarón.
Fukuoka llama a su método un camino hacia la agricultura del "no hacer". La agricultura convencional es un trabajo cada vez más complejo y extenuante debido a la influencia de la tecnología, intereses mercadotécnicos y confusiones ideológicas y de valores espirituales.