La playa además de ser un lugar para bañase, tomar el sol, tener coloridos chiringuitos para tomar algo y refrescarse, puede ser un paraíso para la lectura.
Matali Crasset ha diseñado este puesto con una sencilla estructura donde la librería se encuentra en el centro e incorpora unas marquesinas con toldos para que los lectores puedan disfrutar a la sombra. Un puesto que se integra con el resto de chiringuitos y el ambiente playero.