Con una longitud superior a los 30 metros, 3 puertas y 44 pies de cantería, es uno de los más grandes de Galicia. En este hórreo ubicado en Carnota aparece una inscripción que lo refiere a Gregorio Quintela según figura sobre una de sus puertas y aparece inscrita la fecha de ejecución: data de 1.768.

Ubicado en un paraje natural de excepcional belleza próximo a la desembocadura en forma de cascada del río Xallas en la ría de Ézaros, frente a Finisterre; con un desnivel de 155 metros y una altura de cascada de más de 30, es la única de Europa que vierte directamente al mar.

Los hórreos fueron utilizados desde hace siglos para preservar, almacenar y secar las cosechas, sobre todo de maiz y patatas. Su separación del suelo hace posible la conservación de los alimentos sin humedad y su buena aireación ( gracias a la celosía de granito ) y la oscuridad interior, hace que estos duren mucho más tiempo.

La separación de los pies del cuerpo principal está formada por unas piedras cilíndricas o tornaratos cuya función es mantener las cosechas fuera del alcance de roedores, insectos y pájaros. 

Los grandes hórreos solían ubicarse cerca de alguna iglesia y de las casas rectorales ( como es el caso), debido a que el clero se quedaba con el 10 % de las cosechas, en virtud del famoso impuesto conocido como el diezmo. El hórreo de Quintela es la parte más conocida de todo el conjunto arquitectónico que componen la Iglesia de Santa Columba, la Casa Rectoral y el pombeiro (palomar)