Charles y Ray Eames lograron su éxito haciéndose constantemente las siguientes preguntas en cada proyecto: ¿nos interesa? ¿ nos intriga? ¿ podémos hacerlo mejor? ¿vamos a divertirnos seriamente haciéndolo?...
La genialidad de sus diseños queda patente en estas imágenes: una colección de sillas de una funcionalidad y belleza sorprendentes, que lejos de estar desfasadas, son iconos del diseño del siglo XX.