El taller de escultura y cerámica realizado por Andrés Diego Llaca es para mí un arquetipo.
Se establece un diálogo contenido entre el paisaje, la edificación colindante y el taller, creando una tensión que separa y une los espacios.
La construcción se posa sobre el terreno ligeramente inclinado en dos direcciones y crea unas plataformas a su alrededor que ascienden y se prolongan desde el interior ( plano inferior del proyecto ) y rematan el jardín aledaño, permitiendo trabajar al exterior sobre una superficie luminosa orientada al sur.
Un ejercicio completo: nada sobra, nada falta, cada rincón está estudiado para su uso y cada detalle resuelto con maestría, sin perturbar la ley geométrica que determina la obra.
Conozco pocas construcciones en las que se haya conseguido tanto con tan poco; los materiales se muestran desnudos, únicamente la concesión de unos paños blancos que acarician con luz los muros y el techo…
Y así, con austeridad y rigor, la obra se ejecuta al servicio del cliente que podrá desarrollar su actividad en un espacio confortable, luminoso y de hermosas proporciones.
Es una obra que merece la pena habitar, producto de una buena estrategia de proyecto, una interesante investigación y un equilibrio mágico de los materiales, la luz y la forma.
Localización: Ferroñes ( concejo de Llanera ), Asturias
cliente: Benjamín Menéndez
autor: Andrés Diego Llaca
construcción: Benjamín Menéndez
fotógrafo: Cristobal Roves
Os meus parabéns,e realmente interesante. Que lo disfrutes!