" Joan Brossa (Barcelona, 1919-1998) es un poeta con una obra singular e irreductible en la lírica catalana y europea de la segunda mitad del siglo XX, que excede todos los parámetros habituales.
Por un lado, la extensión de su obra es muy superior a la de cualquiera de sus contemporáneos; por otro, se trata de una obra experimental que no conoce límites y que, en la tradición de la vanguardia histórica, amplía el ámbito poético hacia campos tan diversos como el teatro, el cine o las artes plásticas.
A partir de los años setenta -y de una manera especial en los años ochenta y noventa-, el éxito internacional de sus poemas visuales y de sus poemas objeto convertirán a Brossa, paradójicamente, por su obra sorprendente, radical y subversiva, en uno de los artistas más admirados por las jóvenes generaciones. Lo cierto es que pese a que Brossa siempre se definió como poeta, y no como artista plástico, durante los últimos años recibió un mayor reconocimiento público como autor de poemas visuales y de poemas objeto, y no como autor de una obra poética innovadora y rigurosa, o como autor del conjunto de una de las obras teatrales, de poesía escénica -tal y como él llamaba a su teatro-, más impresionantes y desconocidas del siglo pasado en la tradición europea.
Lejos del oportunismo o de las modas pasajeras, la obra de Brossa se caracteriza por la franqueza y el rigor de su evolución y de sus planteamientos éticos y estéticos. Toda la obra de Brossa, aún en parte inédita, se erige como un maravilloso y transgresor canto a la libertad y a la fraternidad humana, desde la lucidez de una posición crítica contra el poder establecido y solidaria con las clases y las culturas desfavorecidas, más cerca de ideologías libertarias y heterodoxas que del marxismo ortodoxo. "El arte es vida, y la vida, transformación", acostumbraba a decir el poeta haciendo suya una frase del célebre transformista italiano Leopoldo Fregoli (1867-1936), uno de los personajes que más le fascinaron.
Poesía, arte y vida, como en el ideario de la vanguardia histórica, se unen en la obra y la vida de Brossa. No es extraño, pues, que la crítica de arte Victoria Combalía definiera a Brossa como el último vanguardista, como el continuador de la tradición moderna que unió arte, poesía y vida, la estirpe trazada por nombres como los de Apollinaire, Tzara, Duchamp, Picabia, Schwitters, Breton, Artaud o Miró. Es decir, la tradición amplia y diversa del poeta como artista que ha analizado Juan Manuel Bonet y que, en lengua española, remite a autores tan diferentes entre sí como Huidobro, Gómez de la Serna, Girondo, Lorca o Alberti. "
Manuel Guerrero, del prólogo a La piedra abierta, de Joan Brossa. Antología poética. Edición bilingüe. Barcelona, Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 2003
"Forever, Joan Prosa"(1999)_Jorge Martínez Huarte