"Con la Revolución Industrial, la ciudad en sí misma se ha convertido en una entidad que ha fascinado a los artistas; de hecho, los Impresionistas sacudieron y escandalizaron a sus audiencias no tanto con por temas urbanos como por lo que hicieron con sus vívidos colores y libertad de pincelada. No siendo evidentemente un impresionista, Mann es claramente su heredero.
De hecho, el tratamiento de Mann de las ciudades estadounidenses (la San Francisco en la que reside representa a todas esas metrópolis con enormes edificios, coches y peatones coincidiendo en ritmos animados y flujo atmosférico) continúa la tradición de pintura ciudadana que emergió en paralelo con el impresionismo y continuó hasta mediados de siglo. En ésta tradición la paleta es tenue, incluso tonal; Mann emplea los tonos grises, marrones y azules, contribuyendo a evocar una sensación de noche o tiempo húmedo. El foco del pintor es la media distancia, y la ciudad es retratada como un lugar dinámico de refinamiento tecnológico (o al menos un experimento) e interacciones sociales potenciales. Las imágenes de Mann no van de lo que la gente hace, sino de lo que van a hacer y de lo que les es posible hacer en ese entorno en el que se encuentran."
Peter Frank