El equipo de científicos del proyecto WheyLayer, ha desarrollado la manera de obtener un bioplástico a partir de proteína del suero de leche.
Anualmente, las fábricas europeas de queso producen 50 millones de toneladas de este suero; un 60 por ciento aproximadamente, se vuelve a utilizar para aditivos alimentarios y el 40 por ciento restante se desperdicia; una vez descartado, puede ser filtrado y secado para extraer proteína de suero en estado puro, que puesto en finas capas, sirve para crear una película lista para usarse en el envasado de alimentos como el film transparente de plástico.
El bioplástico será utilizado para envasado de cosméticos en primer lugar, y de alimentos posteriormente, ya que se requieren más pruebas.