En noviembre de 2014, Martin Molin, de la banda sueca Wintergatan (Vía Láctea) se embarcó en una misión con canicas...

Había estado en el Museo Speelklok en Holanda, donde quedó fascinado por los artefactos mecánicos en exhibición.

Pasó días buscando fabricantes de máquinas de canicas y buscó los tutoriales de YouTube realizados por Matthias Wandels, que entre otras muchas cosas, ha desarrollado un programa informático para producir plantillas para fabricar engranajes de madera.

Todo esto se mezcló en su cabeza, y Martin maquinó un plan: hacer su propio artefacto con canicas, un instrumento musical mecanizado que sería capaz de tocar melodías. Le dijo a sus amigos que lo haría en Navidad...

Su artefacto fue terminado en enero de 2016, doce meses más tarde de lo previsto.

La máquina de Martin está hecha de madera contrachapada de abedul, alambre y piezas de Lego technic e incorpora baterías, caja, charles, platillo, un vibráfono y un bajo eléctrico. 

Usó unas 3.000 piezas, 3.000 tornillos, 500 piezas de Lego, 5 láminas de contrachapado de abedul báltico y 2.000 canicas.

Al comenzar su plan no se percató de la escala de su tarea, de los desafíos creativos y de las cuestiones de ingeniería que se le plantearían en el camino.

Hubo momentos de frustración, pero los problemas formaban parte imprescindible y entretenido del proceso. "Soy un adicto al estado psicológico de producción, no hay tiempo ni espacio. Para mí la resolución de problemas me pone en un estado de inmediatez creativa. Creo que esa es la razón más profunda por la que he inventado esta máquina ".